Carlos Slim, el prominente empresario mexicano que adquirió el control de la constructora española FCC en 2016, ha vuelto a ser protagonista en el sector inmobiliario español.
Su reciente movimiento apunta hacia una posible adquisición del 20,8% de BBVA en la promotora inmobiliaria Metrovacesa, lo que podría llevar a una futura fusión con Realia, otra promotora bajo el paraguas de FCC.
El análisis de Banco Sabadell sugiere que Slim podría llegar a un acuerdo para adquirir esta participación, valorada en 259 millones de euros, a un precio de 8,2 euros por acción. Sin embargo, el escenario se complica al considerar la posición de Banco Santander, que controla el 49,4% del capital de Metrovacesa. Incluso si Slim lograra la adquisición del 20,8% de BBVA, solo alcanzaría un 42%, sumando el 21,2% que ya posee. Esto impediría que Slim tome el control total de la empresa.
La posible fusión con Realia, en la cual Slim tiene aproximadamente el 77% del capital, se ve desafiante debido a la resistencia probable de Banco Santander. La entidad bancaria perdería control efectivo sobre la compañía fusionada, ya que la dilución resultante podría afectar su participación.
Aunque la operación tiene sentido desde el punto de vista de la cotización, con descuentos significativos del 49% en el caso de Metrovacesa y del 30% en el de Realia sobre el valor de sus activos, Banco Sabadell señala que las sinergias operativas serían limitadas.
Esta no es la primera incursión de Carlos Slim en el mercado español. En junio de 2022, intentó adquirir el 30% de Metrovacesa, pero su oferta fue rechazada por Santander y BBVA, quienes consideraron que no reflejaba el valor real de la compañía.
La semana actual ha sido testigo de movimientos estratégicos por parte de Slim, quien ha reorganizado sus inversiones en Metrovacesa y Realia. Ha transferido un 12,19% de su participación en Realia a FCC por 105 millones de euros y un 5,93% de Metrovacesa por otros 74 millones de euros.
El empresario mexicano parece estar diseñando cuidadosamente su posición en el mercado inmobiliario español, explorando opciones que podrían redefinir el panorama del sector. La incertidumbre sobre el éxito de sus propuestas refleja la complejidad de las negociaciones en un entorno donde las entidades bancarias y los accionistas juegan un papel crucial en el destino de estas fusiones y adquisiciones.