Repsol y la australiana Santos han acordado invertir 2.600 millones de dólares (unos 2.555 millones de euros) para promover el desarrollo de Pikka, el megayacimiento en Alaska que es el más grande hallazgo de petróleo en USA de los últimos 30 años, informaron las dos compañías.
La elección final de inversión para esta primera etapa en el plan ha contado con la ‘luz verde’ del consejo de gestión de Repsol. Asimismo, el conjunto señaló que el desarrollo adicional en el plan podría llevar la inversión total en el campo a bastante más de 3.000 millones de dólares (unos 2.952 millones de dólares).
Pikka es el primer plan de desarrollo de Repsol en Alaska, donde ha estado activo a partir de 2011 y ha llevado a cabo diversas descubrimientos significativos en la zona de North Slope.
Esta inversión total de 2.600 millones de dólares cubrirá la etapa inicial de desarrollo de Pikka, y se espera que 80.000 barriles de petróleo cotidianos comiencen a fluir en 2026, lo cual supondrá un abastecimiento adicional en unos mercados bajo presión gracias a las menores inversiones en ‘upstream’ (Exploración y Producción) a grado universal en los últimos años.
En este sentido, el asesor encargado de Santos, Kevin Gallagher, consideró que este plan está «en el instante conveniente y en el sitio adecuado», debido a que «los proyectos petrolíferos de bajas emisiones de carbono como Pikka Etapa 1 responden a la nueva demanda de abastecimiento de la OCDE y son primordiales para la estabilidad energética mundial y estadounidense, que se ha puesto de relieve a partir de la invasión rusa de Ucrania».
Repsol, que ha sido a fines de 2019 la primera compañía del sector en fijar un objetivo ser una compañía cero emisiones netas en 2050, resaltó que el plan está diseñado con un índice de magnitud de carbono que está entre los más bajos de la cartera universal de ‘upstream’ de la compañía, lo cual refuerza su compromiso con los proyectos de bajas emisiones.